La Finca Villa Marconi de Die fue el escenario de una boda cargada de emoción, risas y momentos inesperados que solo pueden suceder rodeados de amigos. Como fotógrafo, tuve el placer de capturar cada instante y hoy comparto contigo el reportaje completo de Pablo y Lara: fotos, teaser, vídeo completo y hasta su álbum de boda.
El Trailer como adelanto.
Un minuto y poco (1:05) que condensa la esencia de esta boda: energía, lágrimas, risas y una fiesta de las que marcan época.
Preparativos del novio: amigos, cachondeo y corbata
La mañana empezó tranquila… hasta que llegaron los amigos de Pablo. El silencio duró lo que un suspiro. En cuanto entraron en la casa aquello se convirtió en un vestuario improvisado con gritos de “¡eh, eh, eh, eh!”. Brindis, chistes, poses absurdas y mucho cachondeo antes de vestir al novio.














La habitación de la novia: flecos, zapatos de cristal y emoción
Mientras, Lara vivía su propio ritual en la habitación de novia de la finca. Primero los detalles: ramo, anillos, zapatos de cristal listos para brillar. Luego ella, en bata, disfrutando de sus últimos retoques de maquillaje y peluquería impecables.
El momento fuerte llegó con el first look con su padre, que casi no puede aguantar la emoción. También familiares y amigos se dejaron caer en la habitación, y las caras de sorpresa al verla vestida con su traje de flecos y escote no tienen precio.


















Ceremonia en Finca Villa Marconi de Die: lágrimas y cerveza fría
El set de ceremonia estaba preparado entre olivos, con alfombra blanca y un pasillo interminable. Pablo entró del brazo de su madre, elegante y sonriente. Los “damos de honor” (los bestmen versión española) hicieron su entrada repartiendo cervezas frías a los invitados. Detalle de 10.
Todos esperaban a Lara, que apareció con su padre. Él, antes de soltarla, le besó la mano con un gesto que hizo llorar hasta al más duro. Pablo no pudo contenerse y las lágrimas le delataron.
La ceremonia la llevaron el mejor amigo del novio y la hermana de la novia, con anécdotas, risas y cariño. Para la parte seria, un concejal se encargó del protocolo: votos, intercambio de anillos y beso.
La salida fue apoteósica: primero lluvia de arroz y papelillos en forma de mariposa (conos lanzamariposas biodegradables). Después, un pasillo de humo de colores con los tonos del Hércules CF, porque son «cosas de Pablo» según Lara.

































Cinco minutos a solas con los novios.
Mientras los invitados se iban al cóctel, nosotros nos quedamos unos minutos con Pablo y Lara. No necesitaban mucho: entre risas, arrumacos y alguna broma, sacamos unas fotos naturales por los rincones de la finca. Perfecto para darles un respiro antes de volver al jaleo.


















Un cóctel desde los balcones y amigos que mantean a los novios
Desde uno de los balcones saludaron a todos los invitados que esperaban abajo. Bajaron entre vítores y acabaron manteados por sus amigos (sí, esos que no fallan nunca).
El cóctel fue un desfile de brindis, canapés y muchas risas. Después, entrada triunfal al salón: una boda multitudinaria, llena de gente joven, más amigos que familia. Había tanta euforia que lanzaron a los novios por los aires más de una vez.




































La bodega encendida: flecos, máscaras y neones
La fiesta se trasladó a la bodega de la finca. Lara, con el pelo recogido, dejó lucir el movimiento de su vestido de flecos en el primer baile con Pablo. Luego vinieron los bailes con su padre, el novio también bailó con su madre, momentos emotivos que dieron paso al desmadre.
Pablo y Lara aparecieron con unas máscaras que eran un cyber-fantasía, repartiendo entre los invitados máscaras de Dalí (sí, las de La Casa de Papel). También regalaban barras luminosas fluorescentes que iluminaron la pista. Aquí se vivió una hora loca con una fiesta de máscaras y luces de neón, acompañada de música de dj, y fotos a tutiplén.
























Un vídeo de 14 minutos para revivirlo todo
Además del teaser, la pareja tiene su vídeo completo de casi 14 minutos. Un documental que cuenta su historia como pareja, sus emociones y todo lo que rodeó a la boda.
Y no solo eso: también entregamos un vídeo extra con los momentos clave en bruto, para que puedan revivir la boda sin cortes.
Un álbum de 60 páginas para tocar la historia
El álbum de Pablo y Lara tiene 60 páginas y unas 80-100 fotos impresas. Ellos eligieron todo: modelo, portada, fotos interiores… Nosotros les guiamos en el diseño y les mostramos una demo online para que dieran el visto bueno antes de imprimir.
El resultado: un álbum personalizado y único.




Una boda para recordar en la Finca Villa Marconi de Die
La boda en Finca Villa Marconi de Die fue exactamente lo que Pablo y Lara querían: elegante, divertida, canalla y emotiva. Como fotógrafo, fue un lujo estar allí y vivirlo desde dentro. No todos los días se mezcla tanta energía con tanto cariño.
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Vendors
Foto & Vídeo: Javier Asenjo Fotógrafo
Venue: Finca Villa Marconi de Die
Wedding Planners: Marta, Sara y Alba – geniales, siempre al pie del cañón para que todo salga perfecto.